Cogiendo el pulso

Esta semana he empezado a recobrar la normalidad. Entrenos regulares, a buen ritmo y con más kilómetros. Todavía un poco justo a nivel aeróbico pero mucho mejor de piernas. Y hoy domingo, otra carrerita, que hay que recuperar el terreno perdido. Sin duda las carreras es donde uno se mide de verdad y nota los progresos, y la cosa va bien.

En los entrenos de esta semana volví a un hábito antiguo, que es correr por las mañanas. Por motivos de trabajo y horarios futbolísticos (había champions por la noche) el martes y miércoles salí a las 7 de la mañana. Cuesta un poco más que a las 8 de la tarde pero merece la pena. Con este tiempo se agradece el fresquito y es un lujo ver amanecer y despertar la ciudad mientras corres.

El martes hice 10 kms y el miércoles 11,5 a ritmos de 5 min/km. El jueves, ya por la tarde alargué algo más hasta los 13,5 al mismo rirmo. Muy bien aunque algo forzado de respiración, pero quería probarme de cara al fin de semana.

Y el domingo me fui para Sancti Petri a las 8 de la mañana, esta vez solo ya que nadie del club se inscribió al final. Llegada antes de las 9 y traslado en autobús de la organización hasta el polideportivo de Chiclana. Recogí el dorsal en el apartado de clubes pero en un sobre llamado "Varios" con otros que también participaban solos (supongo que había que ahorrar material).

Justo entonces me encontré con Rafael, amigo que conocí a través de su blog (Maratonman). Estuvimos charlando un rato, recogimos su dorsal y estiramos dentro del pabellón. Después hice un poco de calentamiento en solitario con una ventolera de coj... En la salida me reencontré con Rafael, nos deseamos suerte y tiramos palante, cada uno con su rollo. Buen tío y con las ideas claras. Me alegro de haberle conocido.

Mi idea era salir a 4:45/50 y según fuera la cosa mantener o subir ritmo. El recorrido era una incógnita (sobre todo después de las cuestecitas de Conil) y sobre todo como nos afectaría el fuerte viento de levante. Pero nada, como siempre salí disparado desde el principio para colocarme mejor, ya que estaba un poco atrás.

Lo cierto es que comencé rodando en torno al 4:30 y aunque no cómodo sí vi que podía aguantar ese ritmo un buen rato. Al final logré mantenerlo incluso un poco por debajo (4:25 de media final), y los 2 últimos kms los bajé a 4:16 y 4:07, pero éste con la reserva encendida, todo hay que decirlo.

El recorrido prácticamente llano, con alguna pequeña pendiente hacia arriba y abajo, y el viento con partes a favor y otras en contra. En cualquiera de los casos se notaba bastante, para bien o para mal.

La organización, sin disponer de muchos recursos ya que los 3 euros eran a beneficio de una asociación de ayuda al pueblo Saharaui (Sadicum), estuvo bastante bien. Autobuses puntuales para todos, los dorsales bien organizados, coche ropero para las mochilas, dos puestos de avituallamiento con agua, y al final de la carrera camiseta técnica, fruta, agua y refrescos. Por decir algo, un poco lento el paso tras la meta para la recogida de camiseta y resto de cosas, pero tenían que apuntar el orden de llegada mano.

Unos estiramientos en medio de la ventolera que seguía (cuando estás parado parece que sopla más fuerte no?), cocacolita y para casa. Buen final a una semana que me deja con muy buenas sensaciones, ya que además la recuperación ha sido muy rápida.

Ahora a seguir entrenando con el objetivo próximo de la media de las Vías Verdes, pero mirando de reojo al que será el otro gran reto del año, una vez que no puede afrontar la maratón...mi primera carrera por montaña. Pero de eso ya hablaremos...