domingo, 19 de enero de 2020

EL RETO DE CORRER... EL ULTRA TRAIL MONT BLANC (y III)


Para terminar, me gustaría dejar algunas notas, conclusiones, consejos y reflexiones de mi experiencia  a modo de resumen:
  • El Ultra Trail Mont Blanc es una carrera muy seria. Debes tener una experiencia previa en carreras largas de montaña. La gestión de los kms, del cansancio, del material, alimentación, etc. es algo que debes tener asimilado y conocer tus límites. Venir con un ultra y un par de maratones de montaña no es aconsejable.
  • Entrenar. Hay que entrenar mucho. Según tu objetivo de tiempo y tu nivel así serán esos entrenos, claro. Yo pretendía acabar decentemente, sin más, y para eso dediqué de cinco a seis días por semana, con tiradas largas, mucho desnivel, series en cuestas, y bastante gimnasio. Lo hice con un entrenador, Abraham García de Physical Training, que me guio por el camino correcto y me animó en momentos duros, que los hubo. Fundamental.
  • Estudiar el recorrido. Hay que llevar claro lo que vas a hacer. Analizar el perfil, los avituallamientos, los puntos clave de la carrera, te situarán en cada momento y te servirán para ir encarando lo que has hecho y lo que te queda. Cada tramo tiene sus peculiaridades en cuanto al terreno, al desnivel, al clima… Yo me vi algunos vídeos de youtubers, como Javier Ordieres, que describen partes del recorrido y me ayudaron mucho.
  • Planificar la carrera. Quizás yo sea muy cuadriculado, pero hay que hacer una previsión por tramos del tiempo que vas a emplear y lo que vas a parar en los avituallamientos. Hay que ser realista y esto te servirá después para comprobar en carrera cómo vas. Lo normal será ir cumpliendo o superando las previsiones hasta mitad o tres cuartos de carrera y luego perder esa “ventaja”. A mí me funciona y anímicamente es muy positivo. Por eso hay que hacer esa planificación no demasiado ambiciosa.
  • Mi táctica en carrera. El planteamiento que yo hice fue bastante conservador al principio, sobre todo en las bajadas. La verdad que el motivo era por la sobrecarga que llevaba en un cuádriceps, pero me vino bien. Después de Courmayer empecé a apretar un poco y mantuve un ritmo muy bueno hasta después donde la peña ya empieza a decaer. Si llegas bien a Bonatti, la subida al Col de Ferrer y sobre todo las bajadas sinuosas después disfrutarás y pasarás a mucha gente. Después, a partir de Champex Lac, eres tú contra ti mismo. Esas subidas y la segunda noche te lo pondrán difícil pero ya hueles la meta.
  • Terreno “no muy técnico”. Eso te dicen o lees del UTMB. Yo digo que de eso nada. No son los Picos de Europa ni Andorra, pero tampoco senderitos por los que vas silbando y mirando las nubes. Es alta montaña y aunque haya partes corribles vas a encontrar muchas piedras, raíces, y obstáculos. Algunos tramos de pista, sobre todo en subida, pero los llanos y bajadas no te dejan levantar la vista del suelo. Este tema me sorprendió y enfadó bastante porque pensaba que esos senderos serían más llevaderos.
  • Subidas y bajadas interminables. Hay que ir con la idea de estar mucho tiempo sin parar subiendo y lo mismo bajando, y eso, al menos por mi tierra, es difícil de entrenar. Subidas a la Seigne y Bonhomme al principio, de noche, durante horas; y las tres últimas a La Giete, Les Tseppes y Teté Aux Vents en la segunda noche, son inolvidables.
  • La segunda noche. Gestionar dos noches sin dormir es una de las claves de la prueba. Salvo que vayas a rondar las 30 horas de carrera, la segunda noche la pillas, y lo normal es que completa. Eso te garantiza “espectáculo”, y del bueno. Es muy normal tener alucinaciones y el cansancio es extremo. Hay que tener claro que vas a acabar, que estando allí ya no puedes parar. Si puedes, dormir un poco en uno de los tres últimos avituallamientos (yo no pude), café, geles y lo que se te ocurra dentro de los límites.
  • Seguimiento. Para mí ha sido fundamental sentirme acompañado en la distancia por tanta gente. La familia, amigos y los compañeros del club me estuvieron empujando todo el tiempo. Mensajes de ánimo o comentando el seguimiento online me hacían revisar mi teléfono de vez en cuando y me daban alas.
  • Si puedes ir acompañado, en mi caso fue mi mujer, es recomendable. Vas a tener una experiencia inolvidable y con quién mejor para compartirla y vivirla. La mía, sin ser una gran seguidora de esto de las ultras, yo diría más bien que es una sufridora, se metió de lleno e incluso estuvo en un par de puntos de asistencia, que para mí fueron fundamentales. Saber que me estaba esperando en Courmayer y Champex Lac me daba un extra de energía. Por no hablar de la llegada a meta.
  • Hay que intentar aprovechar la semana en Chamonix. Lo ideal es llegar el martes o miércoles e irte el lunes o martes siguiente. Imprescindible subir al Aguille du Midi y hacer alguna ruta de senderismo que por allí hay muchas. Sólo pasear por el pueblo merece la pena. Como dice mi amigo Jose, es el Mónaco de Los Alpes. Encontrarás tiendas de todas las marcas de trail y montaña y podrás tomarte una buena cerveza o un café y un crepe con unas vistas privilegiadas. Eso sí, prepara la cartera, aunque merecerá la pena.
  • ¿Antes o después de la CCC? Después de hacerla sin haber corrido la CCC tengo claro que es la elección correcta. Salvo que no tengas mucha experiencia, UTMB es asumible después de hacer un número de ultras relativo. El no conocer con exactitud lo que te vas a encontrar para mí es un aliciente y también una forma de no desmotivarme. La primera parte con las subidas nocturnas tan largas, y sobre todo, los tres últimos picos en la segunda noche, mejor no saber de ellos hasta entonces. Salir de Champex sabiendo lo que te espera debe ser tremendo. Eso sí, ahora volvería sin duda para hacer la CCC y disfrutar de otra forma el recorrido, que además es por la parte más amable de UTMB.
  • No perder nunca la ilusión en carrera. Estar en UTMB es un privilegio. Muchas ultras antes, muchos entrenos, pero estar aquí es un premio. Hay que tener esto muy presente y recordarlo cuando lleguen los momentos duros, que vendrán seguro. Es algo que no me cansé de pensar.

La verdad es que sólo puedo decir cosas positivas de mi experiencia en UTMB. Tanto a nivel organizativo, el recorrido en sí, los corredores, los voluntarios, los avituallamientos, el ambiente, los días antes y después, esa llegada a meta, todo es increíble. Han pasado ya muchos meses y sigo recordándolo como un sueño, algo que jamás olvidaré y que recomiendo a todo corredor de ultra distancia. Merece mucho la pena luchar por correr y ser parte de la historia del UTMB.


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