martes, 20 de julio de 2021

TREKING EN PIRINEOS: ALTA RUTA DE LOS PERDIDOS CON SUBIDA AL VIGNEMALE

Después de la experiencia del treking del año pasado decidimos repetir Pirineos. Mercedes sugirió hacer la Alta Ruta de los Perdidos y nos gustó la idea. Se trata de un treking circular bastante exigente que Jose montó en seis etapas, incluyendo la subida a la cima del Vignemale, el más alto del Pirineo francés, por el que andaríamos junto al aragonés terminando cada etapa en un refugio distinto, tres franceses y otros tres españoles.

Salimos de Jerez el sábado 3 de julio de madrugada dirección a Torla, con 1.000 kms por delante que se pasaron volando como siempre. Furgo de alquiler y mochilas hasta arriba con todo el material, incluyendo crampones y piolet para el paso de algún glaciar y varios neveros que íbamos a atravesar. Además, ropa de lluvia porque había posibilidad de tormentas y saco de dormir para los refugios que por el Covid no ponen ropa de cama. En mi caso, 60 litros que sumaban unos 15 kilos "na más".

De Torla tiramos para el Refugio de Bujaruelo desde donde comienza la ruta. Precioso lugar, con muchos excursionistas y ambiente montañero desde donde parten muchas rutas para todos los niveles. Aconsejable para ir con la familia.

ETAPA 1 (Domingo 4/07/2021): Refugio Bujaruelo - Refugio Goriz (16 km – 1900 d+ y 1000 d-)

Comenzamos cruzando el famoso puente romano y ascendemos sin parar al Puerto de Bujaruelo para ir en busca del Refugio Sarradets, desde donde tenemos unas increíbles vistas a la izquierda del circo de Gavarnie. Hacemos un pequeño descanso e iniciamos el ascenso a la Brecha de Rolando, puerta natural de Francia con España. Para subir el glaciar usamos los crampones aunque bastantes "osados" no lo hacían, incluso en sentido descendente. Si algo he aprendido en la montaña es que los accidentes ocurren por negligencias o por desconocimiento. Caerte aquí por el glaciar probablemente te pueda costar caro...

A continuación optamos por seguir el paso de los Sarrios, un tramo expuesto con cadenas pero sin complicación para los que no tengan vértigo que evita una bajada menos espectacular, aunque después nos encontramos con un descenso con pedrera muy deslizante y vertical en la que pasamos algún momento delicado. De ahí llegamos a la Cueva del Casteret, una cavidad situada a 2765 mts que posee glaciares subterráneos y posteriormente seguimos en busca del Collado del Descargador que nos llevaba Goriz en una bajada de 4 kms que se nos hizo eterna. Cerveza en la terraza del refugio de Goriz que nos defraudó por el trato "impersonal" que daban aunque con buen ambiente al estar a tope de gente.

Primera etapa con más de 10 horas de ruta, con 16 kms, casi 2000 positivos y 1000 negativos. Aparte de la dureza, muy técnica en algunos tramos, empiezo a darme cuenta que "aquí no se regala nada". Reconozco que llegué "muerto" al refugio.

ETAPA 2 (Lunes 5/07/2021): Refugio de Goriz – Refugio de Pineta (13 km – 600 d+ y 1600d-)

Salimos de Goriz y subiendo el Collado de Arrablo seguimos por la Faja de Olas, parte técnica con varias zonas de cadenas y cableado no aconsejable en periodos de nieve o lluvia. Al final no fue tanto para lo que esperábamos, supongo porque ya nos íbamos acostumbrando a este tipo de pasos. Una vez alcanzamos el Collado de Anisclo y tras un buen descanso con bocata y unas vistas increíbles iniciamos el gran descenso hasta Pineta con partes muy erosionadas y resbaladizas en la bajada por el bosque y varias zonas de grimpadas y zonas cableadas para no resbalar. Tuve un pequeño susto más por despiste que otra cosa pero por suerte sin consecuencias. Jose todavía se pregunta cómo pisé esa piedra húmeda con musgo en forma de tobogán...


El descenso a Pineta es precioso pero a la vez tremendo, con 1300 negativos en 3 kms sin descanso que hacen que la llegada al refugio y su terracita a la sombra sea un premio merecido, con almuerzo montañés y pequeña siesta después. Me gustó mucho este refugio, con habitación separada para el grupo y sobre todo por el trato de la chica encargada que lo hacía todo muy fácil.


ETAPA 3 (Martes 6/07/2021): Refugio de Pineta – Refugio de Espuguettes (16,5 km – 1800 d+ y 1000 d-)

Subida bonita y dura al Balcón de Pineta para llegar después al lago de Marboré con un cambio de paisaje impresionante, dejando abajo el bosque para encontrarnos con neveros y roca desnuda. Tras un descanso no demasiado largo por el frío iniciamos la subida al refugio de Tucarroya que parece haber sido colocado de una pieza desde el cielo, al estar como encajado en una brecha de la montaña.

Lo que vino después probablemente fue la parte más delicada del treking. Una bajada vertiginosa primero por zona de roca y luego por un glaciar bastante helado que no permitía buen agarre de los crampones. Muy despacito, con desplazamientos laterales y asegurando a tope conseguimos llegar a la zona segura, para después dirigirnos hacia la Horquette d´Alans por una senda en subida y posterior descenso al Refugio de Espuguettes con unas vistas inmejorables. Bonito refugio francés con buena cerveza autóctona.

De nuevo etapa dura con un poco de todo, sobre todo de alta montaña y muy técnica. Me quedo con la sensación de saber encarar situaciones más complicadas sin perder la calma. Hoy era un día en el que te podías bloquear pero el grupo volvió a estar unido saliendo muy fortalecido.

Hoy jugaba España su semifinal con Italia y tuvimos la "suerte" de pillar conexión en un pequeño techado fuera del refugio en una noche con muy pocos grados centígrados. Allí estuvimos abrigados hasta arriba siguiendo el partido hasta los penaltis. Desde luego que a ninguno se nos olvidará cómo lo vimos y vivimos....

ETAPA 4 (Miércoles 7/07/2021): Refugio de Espuguettes – Refugio de Baysellance (25 kms – 1800 d+ y 1100 d-)

El recorrido que la mayoría hace en esta etapa es hasta el Refugio Grange de Holle. Una etapa corta, de descanso que sirve para disfrutar del circo de Gavarnie y poder comer y tomar algo en el pueblo. En nuestro caso, por ahorrar un día y poder emplearlo en subir al Vignemale, continuamos hasta el Refugio de Baysellance, convirtiéndose en la etapa más larga de todas y muy exigente.


Los primeros compases de la misma fueron de auténtico disfrute, pues bajamos de Espuguettes dando un rodeo para contemplar el maravilloso Circo de Gavarnie. De ahí nos dirigimos al pueblo, donde nos tomamos un buen café antes de comenzar el camino hasta Baysellance. Pasando el Grange de Holle hicimos una fuerte subida para iniciar un recorrido largo, a media ladera hasta el Barrage de Ossoue, muy disfrutón, el cual hicimos a un paso alegre para no hacer pesado el número de kilómetros y para intentar evitar que nos cogiera una tormenta que por suerte descargó después. Desde el Barrage de Ossoue comienza en sí lo que es la subida a Baysellance, que es la misma que sube al Vignemale. La subida al refugio es bastante dura con 4 kms en zetas pero que se compensa por las vistas.


El refugio con más altitud y uno de los más antiguos de Pirineos donde se respiraba montaña... y donde no pudimos "asomar el pescuezo" del frío que hacía fuera. A las 9 ya estábamos en la cama. Otra etapa tremenda pero que sacamos adelante en algo más de 8 horitas. Confirmado: "Aquí no se regala nada".


ETAPA 5 (Jueves 8/07/2021): Refugio de Baysellance – Refugio de Oulettes (11,5 kms – 1100 d+ y 1600 d-)

Etapa dedicada a subir al Vignemale, que forma parte de la zona periférica del parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, mientras que la francesa está dentro del Parque Nacional de los Pirineos. Es la cima más alta del Pirineo francés.

El inicio de la subida se hace bajando unos 10 minutos por la misma senda del día anterior. Discurre íntegramente por el glaciar de Ossoue, el cual no hay ningún problema si se está familiarizado con el uso de crampones y piolet. El ataque final a la cima es por una zona rocosa con varias trepadas y destrepes, que no ofrece demasiada complicación si se está acostumbrado pero en algún momento puede suponer algo de confusión pues hay puntos del camino a seguir a libre elección de cada uno por donde se crea que ofrece "mayor seguridad". La bajada es por el mismo camino hasta, de nuevo, el Refugio Baysellance y desde ahí una larga bajada hasta el Refugio Oulettes de Gaube haciendo una pequeña subida primero al Horquette de Ossas.

La bajada es larga y pedregosa,  de esas que ves el refugio abajo y parece que nunca vas a llegar. Una vez allí disfrutamos de una buena sentada al sol en su terraza con sus cervecitas y una tortilla francesa (nunca mejor dicho) inolvidable. Después una super ducha después de dos días sin poder dárnosla y posterior cena en un ambiente muy animado incluida presentación y rodeado de muchos españoles con los que tuvimos un fin de fiesta jugando al Dixit y bebiendo vino francés... 

ETAPA 6 (Viernes 9/07/2021): Refugio de Oulettes – Refugio de Bujaruelo (18 km – 700 d+ y 1600 d-)

Última y más cómoda etapa de la travesía en la que solamente subimos al Puerto de los Mulos (2591m) para ir descendiendo suavemente por el Valle de Ara (con el nacimiento del mismo nombre) hasta el Refugio de San Nicolás de Bujaruelo.

Parecía mentira que llegara este día. Se hizo duro en muchos momentos pero quizás por eso se disfrute y saboree aún más. Nos daba hasta pena llegar y por eso nos desviamos algunos metros antes de la llegada al refugio hasta un Puente Colgante en el Río Ara. Pequeño descanso y paseo disfrutón por una pista y sendero preciosos rodeados de verde. Ya en el refugio, impresionante hamburguesa y cervezones de premio a un treking inolvidable.



Después nos trasladamos a un hotelito en Torla donde hicimos noche después de la cena de gala en El Duende y salir muy temprano al día siguiente de vuelta a Jerez. Dejábamos atrás muchas horas, kms y experiencias inolvidables, de esas de las que no puedes dejar de pensar incluso días después. Como bien y simple describe Jose, "Cansados pero felices".

A mí Pirineos me tiene enganchado. Tienes de todo: desde senderos por bosques y prados hasta zonas técnicas y menos accesibles de roca y nieve; ríos, cascadas, lagos, neveros, glaciares, agua por doquier; cimas con más o menos altitud y collados espectaculares. La única pega es que lo tenemos a 1000 kms, pero volveremos a por más, "lo tenemos medio vorteao".


Créditos: Las rutas de wikiloc y la descripción general de cada una son de Jose Mariscal. 

jueves, 30 de julio de 2020

TREKING EN PIRINEOS: RUTA DE LOS TRES REFUGIOS MÁS SUBIDA A ANETO Y POSETS

Después de algunas escapadas de uno o dos días, las últimas a Sierra Nevada en febrero en invernal y a Grazalema al Puntal de la Raya y Salamadre, justo después del confinamiento, por fin llegaba el momento de hacer un treking por derecho. La idea inicial era el Anillo de Picos de Europa pero el Covid nos lo impidió así que buscamos otra opción y nos apuntamos sobre la marcha para a ir a Pirineos, en una ruta conocida por los Tres Refugios que rodea al Posets, añadiendo las subidas a  las cimas más altas de Pirineos, Aneto y Posets. Para allá tiramos junto a Jose Mariscal, Mercedes y Vidal con la seguridad de que iba a ser una semana inolvidable.

El sábado 11 de julio de madrugada salimos desde Jerez para arriba en coche de alquiler. Las más de 12 horas de viaje atravesando España se nos pasaron volando. Llegada a Benasque, cervecita reponedora y al hotel Turpi, ya en las afueras del pueblo, que fue una grata sorpresa por cómo se estaba y el excelente trato recibido.


Domingo 12/07/2020 / Subida al Aneto (3404m) desde La Besurta


Madrugón de los buenos para pillar el autobús que nos llevaba desde Los LLanos del Hospital hasta La Besurta, donde tras descender del autobús comenzamos a caminar de noche con los frontales puestos en dirección norte hacia el refugio de la Renclusa, al que llegamos amaneciendo en algo más de media hora. Ritmo pirata para empezar. Continuamos hacia el sur atravesando el prado que rodea el torrente de la Maladeta para coger el sendero que empieza a ascender rápidamente bajo el pico de la Renclusa. Subimos entre bloques y rampas con gran esfuerzo buscando los hitos y signos que señalan el camino hasta superar el primer repecho. Ya la vista a nuestras espaldas empieza a ser espectacular.


Seguimos ascendiendo hasta la cresta de los Portillones, dejando a nuestra izquierda el Portillón Inferior y comenzando a crestear hasta la entrada al glaciar por la brecha del Portillón Superior. Ya desde aquí contemplamos una impresionante panorámica del glaciar y la cima del pico Aneto que nos hace recuperarnos del enorme esfuerzo realizado para llegar hasta aquí. Nos colocamos los crampones y comenzamos a caminar por la enorme diagonal que atraviesa el glaciar bajo los picos del Medio y de Corones, hasta el collado de Corones. Aquí nos asomamos a la vertiente sur para contemplar el barranco de Corones y sus lagos. Continuamos desde el collado por la empinada cuesta de nieve que nos lleva hasta la antecima del Aneto, justo donde nos comienza a caer granizo del tamaño de garbanzos en una tormenta con abundante aparato eléctrico. Aunque ya teníamos los crampones quitados, desistimos cruzar el Paso de Mahoma y comenzamos a bajar rápidamente.


Fue el momento complicado y de máxima tensión del treking. Teníamos la sensación de que un rayo podía caernos en cualquier momento pero también "disfrutamos" de la majestuosidad y de la grandeza de la naturaleza, haciéndonos sentir totalmente vulnerables y a su voluntad. Nos quedamos con las ganas de hacer el Paso de Mahoma pero esta vez el Aneto no nos dio ninguna opción y nos mandó para abajo "cagando leches". Unos bajaron como el correcaminos y otros como si fueran las pistas blandas de un parque acuático. No olvidaremos esos momentos. Coincidimos en que tuvimos suerte de que la tormenta comenzará justo en ese momento y no diez minutos después, porque nos hubiera pillado en sitios más complicados aún. Volveremos algún día, "Mahoma".



Volvemos por donde subimos hasta el collado de Corones, y aquí nos desviamos ligeramente hacia la derecha para bajar por la parte inferior del glaciar. Tras superar el mismo continuamos por el sendero que baja hacia la Basa Del Salterillo. Desde aquí seguimos la senda que va girando hacia la izquierda bajo un fuerte aguacero y que pasa sobre el Plan de Aigualluts. Desde aquí continuamos hasta la Besurta completamente empapados.

Para ser el primer día no ha estado mal. Llegamos al hotel calados hasta los huesos, mochilas y su interior incluidos. Ropa extendida por toda la habitación como si fuera un mercadillo y secador a tope para intentar arreglar el desaguisado. Nada que nos impida darnos un duchazo e irnos a Benasque a visitar tiendas, hacer alguna compra de urgencia (la previsión de tormentas era para toda la semana y había que ser previsores) y sobre todo tomarnos unas buenas pizzas. Vuelta al hotel que toca madrugar de nuevo.

Lunes 13/07/2020 / Cascada Espigantosa - Refugio de Estós


Primera etapa de la Ruta de los Tres refugios. Iniciamos la ruta en el aparcamiento de la Espigantosa para subir desde aquí al Refugio Angel Orús y meternos en el GR 11.2. Buena subida para calentar en una ruta dura la de hoy. Tras un descanso en Angel Orús subimos hasta el cruce de caminos que nos lleva a Viadós o al Posets o bien hacia la derecha hacia el refugio Estós, siendo éste el que tomamos.


Tras ascender al Collado de la Plana y pasar por su Ibón comenzamos una bajada técnica hasta los Ibonets primero y hasta los Ibones de Batisielles para desde aquí seguir por el GR 11.2 y entrar en el Valle de Estós y su refugio.

Ruta con un poco de todo. Partes muy técnicas en ascenso hasta llegar al Collado de La Plana, preciosas vistas de los ibones destacando el de Batisielles y luego sendero de bosque de media montaña sinuoso que termina bordeando el río Estós para llegar en un último ascenso al refugio, que aunque confortable parecía de la II Guerra Mundial, con su ducha y servicios fuera del mismo pero con unas vistas del valle espectaculares.


A la amiga Mercedes le pica un tábano o algo parecido y aunque la deja marcada la espalda con sangre ni se queja. Mucho que aprender de ella. Nos enteramos más tarde, porque ni por esas se le borró la sonrisa permanente que lleva.

Desde el Collado de La Plana perdemos cobertura, supuestamente hasta el día siguiente, aunque al final resulta que es para dos días. A veces se agradece tener el móvil "aparcado" un buen tiempo, despreocupado de grupos y notificaciones.

Cena tranquila sin exquisiteces y a descansar en la terracita del refugio viendo el atardecer. Allí disfrutamos de la compañía (a distancia, que estamos en plenos rebrotes..) de un grupo de jóvenes que hacen todo tipo de malabares y ejercicios de contorsionismo. Nos encontramos con un grupo de vascos y unas chicas hermanas de Castellón con los que coincidiremos en el resto de refugios ya que hacen la misma ruta. También vemos a un alemán con sus dos hijos bien cargados con sus mochilas y soñamos con poder hacer lo mismo algún día con los nuestros, aunque viendo esa mochila de por lo menos 90 litros se te quitan las ganas, la verdad.

Martes 14/07/2020 /  Refugio de Estós - Refugio de Viadós


Segunda etapa de la Ruta de los Tres Refugios. Hoy no tenemos que madrugar tanto y a las 8.30 comenzamos el ascenso desde el corazón del Valle de Estós hacia el Puerto de Chistau por el margen izquierdo orográfico del río Estós. Allí hacemos una parada para tomar algo y aprovechar para reparar mi bota que ha sufrido un desgarro en la punta. Ahí estaba Mercedes para echarme una mano... y las dos.


Tras la parada nos salimos del GR11 para ascender al Pico Chistau desde el que se puede contemplar unas maravillosas vistas del Valle de Estós así como el imponente Pico Perdiguero, una de las grandes cimas del Pirineo. Tras bajar, nos adentramos descendiendo por el Barranco de Chistau, de frente dirección Oeste Punta Ixabre, y un poco mas a la derecha majestuoso el Bachimala otro de los grandes del lugar con sus 3.176 m de altitud.

Tras bajar por el Barranco hacemos un descanso de los buenos en el cruce, con almuerzo y pequeña siesta incluida, y después bajamos tranquilamente por el barranco de Añes Cruces en una bajada muy agradable en la que vamos contemplando y disfrutando de las espectaculares vistas que nos ofrece el barranco del valle de Viadós, así como de la imponente cara Oeste del Posets.


La ruta más descansada del treking en la que disfrutamos contemplativamente de unos paisajes increíbles. Aún así Jose nos puso la "estrellita" y subimos al Chistau para hacer nuestros mil positivos del día.  Mereció y mucho la pena. Las vistas desde allí del valle y luego la vuelta por el barranco eran increíbles. Sabes que las fotos no pueden reflejar lo que estás viendo y tratas de quedarte para siempre con esos momentos.


Llegamos bastante pronto al refugio y hasta las 17 no abrían las habitaciones, así que tuvimos que tumbarnos en el prado con vistas al Posets, tomarnos unas papas fritas y varias cervezas "en mientras". Duchita recuperadora y muy buena cena después. Una preciosidad de refugio, que más bien parecía un albergue.

Seguimos sin cobertura y Vidal intenta pillar señal bajando 3 kms sin resultado. Durante la cena mi mujer me da un susto tremendo ya que extrañada de no dar señales de vida llama al refugio por teléfono para preguntar por nosotros. Me lo  dicen y pienso de todo... al final sólo era para saber si "continuábamos con vida".

Miércoles 15/07/2020 /  Refugio de Viadós - Refugio Ángel Orús


Iniciamos la tercera etapa de la Ruta de los Tres Refugios en el refugio de Viadós, donde la ruta se desvía del camino principal del GR 11. Desde el refugio avanzamos dirección este y, casi de inmediato, cruzamos un pequeño barranco y llegamos a las bordas de Viadós.


Tras pasar la última cabaña, descendemos a la derecha para cruzar el río Cinqueta de Añes Cruzes a través de una palanca y, una vez superado el cauce, avanzamos en busca del barranco de la Ribereta, ya que hemos de remontar su cuenca hasta encontrarnos con el desvío que se dirige hacia el ibón de Millars, tomando este camino para visitar este impresionante Ibón. Tras una breve parada que merece mucho la pena, deshacemos lo andado para volver de nuevo al cruce y continuar ascendiendo hasta el collado de Eriste.


Una vez en el collado de Eriste iniciamos la subida dirección al pico de la Forqueta pero sin llegar a coronar, quedándonos en una antecima previa donde llegamos cresteando ante la llegada de nubes y viento ya que no quisimos arriesgarnos a un empeoramiento del tiempo.


Comenzamos el descenso hacia el Ibón de Llardaneta y seguimos el curso del barranco que forma el torrente que nace en el ibón. Por último, cruzamos el barranco y, poco después, nos desviamos a la derecha para dirigirnos hacia el refugio de Ángel Orús. Segunda vez que hacemos, esta vez en bajada, el camino desde el cruce de caminos de los refugios y Posets. Mañana, dos veces más.

Bonita ruta con un poco de todo. Precioso ascenso entre bosque alto al barranco que luego se endurece de verdad hasta el Collado de Eriste incluyendo un nevero en la parte final. En la bajada al ibón de Llardaneta nos cruzamos con el alemán y sus hijos que venían en sentido inverso. Mucho mérito lo que estaban haciendo. Almuerzo y pequeño descanso en el ibón y vuelta al refugio divisando muchas marmotas por todas partes. Me han encantado estos animales y su historia de contagio de la peste.


Ya en el refugio, parecía más de lo que realmente era, principalmente por su poca funcionalidad y creo que necesitado de un buen remozado y mantenimiento. Lo mejor, tener ducha y servicio dentro de nuestra habitación al estilo hotel. La comida regular pero con el hambre que manejamos la pasta con tomate y las albóndigas de bote nos saben a gloria. Antes ya nos tomamos nuestras cervecitas y papas fritas de rigor y alguno  acabó animando y espoleando a otros montañeros que llegaban al refugio. Que no pare la fiesta!

Jueves 16/07/2020 /  Ascenso al Pavots (3121m) y Posets (3369m)


Como colofón al treking hoy teníamos previsto hacer la subida al Posets desde el Refugio Ángel Orús, y dependiendo del tiempo, hacerlo por la Cresta de las Espadas, con su "paso del funambulista" y sus aéreas vistas. El día acompaña y decidimos tomar esa vía, así que tempranito, todavía amaneciendo,  ascendemos al Pavots desviandonos del GR 11 una vez pasado el cruce que nos lleva al canal Fonda y subiendo por el Torrente de Llardaneta. Desde hay atacamos la cima ascendiendo por el collado de Pavots. Subida por cierto muy exigente con pedrera inestable que hace tomar muchas precauciones y después una parte de nieve con mucha pendiente en la que hemos de afianzar bien los crampones en cada avance.


Una vez aquí, ante la imposibilidad de que el grupo completo haga el cresteo, que la verdad impone tela, y tras una destrepada, tomamos dirección al Diente Royo bajando por una pequeña canal para enlazar de nuevo con el Torrente de Llardaneta. Otro momento tenso que salvamos con tranquilidad y sobre todo, con cohesión.

Paramos para un merecido descanso y decidimos que si el plan era subir al Posets tenemos que cumplir con lo previsto, así que nos dirigimos al canal Fonda para iniciar la subida por la vía convencional. Una vez en el Collado del Diente, nos quitamos los crampones e iniciamos la subida hacia la cresta del Posets y posteriormente a la cima. La vuelta al Refugio Angel Orus la realizamos por el mismo camino hasta enlazar con el GR11.


Me encantó esta ruta por todo lo que ha significado. Dureza con mayúsculas con subidas y bajadas vertiginosas. Zonas que te hacen aguantar la respiración a la vez que "alucinas" de donde estás. Alta montaña de verdad. El Posets, una cima de las grandes, majestuosa, con unas vistas increíbles de los Pirineos que te hacen quedarte sin saber dónde mirar. A cualquier lado que lo hagas te quedas impresionado. Y por otro lado, los momentos de tomar decisiones no esperadas, pensar soluciones entre todos y ejecutarlas todos a una. Eso es lo que fortalece a un grupo y lo que lo hace crecer.


Jornada larga en la que tuvimos mucha suerte además con el tiempo, pudiendo almorzar en toda la cima del Posets. Bajada rápida ya que éramos los últimos del día y llegada de nuevo al refugio donde por supuesto brindamos por un día inolvidable. De cena, alubias de bote que tuvieron "nefastas consecuencias" posteriores y para la cama tras ver nuestro último atardecer pirenaico.

Viernes 17/07/2020 /  Descenso a la Espigantosa y vuelta a Jerez


Final del treking bajando temprano del refugio hasta la Espigantosa para pillar el autobús que nos llevara de nuevo al coche y poner rumbo a casa. La vuelta por carretera se hizo esta vez mucho más larga, llegando cerca de las 12 de la noche. Eso sí, tuvimos tiempo de parar en la zona de Madrid para darnos un buen homenaje a base de cordero y cochinillo, que no todo iban a ser comidas de bote.

Cruzarse España en coche es de locos si lo que vas a hacer es darte una paliza de cinco días subiendo y bajando montañas para hacerte 80 kms y 7.500 m de desnivel positivo. Es verdad. Pero mucho más cierto es que atravesar España en coche acompañado de amigos para tener una experiencia inolvidable de varios días conociendo sitios asombrosos y quedándote con imágenes y momentos en tu memoria para toda la vida también lo es. Me quedo con esta segunda versión, sin duda.

Ha sido un treking inolvidable. No pudieron venir todos los que iban a hacerlo y nos acordamos mucho de ellos. Para los que estuvimos, poder disfrutar de nuestro Jose Mariscal es un lujo. Aparte de la amistad que nos une, ha sido el alma y auténtico guía del grupo, organizando todas las rutas y llevándonos por el mejor sitio (no siempre el más cómodo, pero seguro que el más bonito). Mercedes ha contagiado alegría con su forma de encarar todo, siempre con su sonrisa y con la gran experiencia que atesora. Montañera con mayúsculas. "Cómo anda la chica vuestra..." nos decía el grupo de vascos cuando la veían llegar al refugio después de subir y bajar el Posets sin despeinarse. Y Vidal, un tío por derecho, respondiendo a las dificultades y superándolas una detrás de otra. Fue cogiendo el sitio y demostró que tenía cuerda para más.


Para mí ha sido el último empujón al proceso de cambio en el que estaba inmerso. Mi paso a la montaña es ya una realidad. He encontrado momentos muy especiales y otra forma de disfrutar de la naturaleza, más distendida, aunque no por ellos menos dura. De eso se trata, como en la vida, lo fácil es alcanzable demasiado rápido y no puedes saborearlo. La montaña te permite deleitarte con muchos ratos, buenos y malos, y a veces incluso sólo con no pensar en nada.

Créditos: Las rutas de wikiloc y la decripción general de cada una son de Jose Mariscal.


lunes, 27 de julio de 2020

Evolución y cambio de ciclo....De "El reto de correr" a "Vamos pal monte"

Desde aquel 3 de noviembre de 2010, fecha de la primera entrada de mi blog, han pasado muchas cosas, la mayoría contadas aquí. De las carreras populares, la maratón, las lesiones, las recuperaciones, gadgets y material, el paso a la montaña, el enganche con las ultras... 171 entradas para todos los gustos. 

Casi 10 años después, con muchos kilómetros en las piernas y con una rodilla bastante tocada hay que seguir en esa evolución y cambiar de ciclo. Con el menisco interno roto por desgaste, condromalacia de grado cuatro y algo de artrosis no hay otra opción que parar el ritmo, lo que significa dejar de competir con lo que eso significa. Es duro para un corredor tomar una decisión de este tipo, sobre todo de forma pública porque es cuando ya sabes que no hay marcha atrás. 

Ya llevaba bastante tiempo sabiendo que había que dar el paso. Después de hacer UTMB ya no había muchos más objetivos por los que arriesgar tanto y mi cabeza empezó a desconectar de las carreras. Cayeron un par de ellas en las que rendí bien, pero era la inercia de mi preparación para Mont Blanc. Fueron Jarapalos y Sierra Bermeja, dos maratones de montaña bastante exigentes en las que disfruté compitiendo a tope. Con el final de año y sobre todo el confinamiento por el Covid mi cabeza dio el giro definitivo y decidí no volver a competir ni a entrenar para ello.


Para un popular del montón como yo pero amante de las estadísticas es un orgullo haber sido finisher en todas las carreras que hice. No fue fácil en algunas de ellas pero ha sido mi mayor logro, más allá de clasificaciones y marcas. Han sido 83 carreras. Muchas populares al principio, por todo tipo de terrenos y pueblos de la provincia. La primera, la Popular de Jerez en 2008 cuando iba con el corazón en la boca buscando el 4 en el reloj. Después muchas medias maratones y por fin la maratón de Sevilla de 2012. La única que tengo pero con un recuerdo imborrable. Para mí toda una experiencia, desde la preparación hasta la entrada en el estadio olímpico. Los primeros pinitos en carreras de montaña con la exigente Nutrias Pantaneras de Ubrique, la Pitu Trail y a partir de ahí el inicio de las trail sin olvidar mis cinco Jarapalos en los que tanto he disfrutado. Los 101 de Ronda de 2012 y el paso a los abismos de las ultras, con tantas experiencias inolvidables junto a mi gran amigo Jose Mariscal. Cuatro bandoleros, dos Peñalaras, Genal, Alcornocaliza, Ultra Pirineu y por supuesto el UTMB con el que sigo soñando un año después.


Ahora toca seguir entrenando pero con otros objetivos menos exigentes. Mi rodilla necesita ejercicio para estar en forma así que seguiremos haciendo gimnasio para fortalecer, elíptica para evitar tanto impacto y algo de correr "dándole coba" al cuerpo. Mi cabeza necesita también acción, pero ahora la encuentro en el campo, en la montaña o en el monte. Habrá momento para salidas tranquilas por senderos marcados y también para cresteos y pasos aéreos, para andar por un collado y para ascender a una cima. Así que, Vamos pal monte!

domingo, 19 de enero de 2020

EL RETO DE CORRER... EL ULTRA TRAIL MONT BLANC (y III)


Para terminar, me gustaría dejar algunas notas, conclusiones, consejos y reflexiones de mi experiencia  a modo de resumen:
  • El Ultra Trail Mont Blanc es una carrera muy seria. Debes tener una experiencia previa en carreras largas de montaña. La gestión de los kms, del cansancio, del material, alimentación, etc. es algo que debes tener asimilado y conocer tus límites. Venir con un ultra y un par de maratones de montaña no es aconsejable.
  • Entrenar. Hay que entrenar mucho. Según tu objetivo de tiempo y tu nivel así serán esos entrenos, claro. Yo pretendía acabar decentemente, sin más, y para eso dediqué de cinco a seis días por semana, con tiradas largas, mucho desnivel, series en cuestas, y bastante gimnasio. Lo hice con un entrenador, Abraham García de Physical Training, que me guio por el camino correcto y me animó en momentos duros, que los hubo. Fundamental.
  • Estudiar el recorrido. Hay que llevar claro lo que vas a hacer. Analizar el perfil, los avituallamientos, los puntos clave de la carrera, te situarán en cada momento y te servirán para ir encarando lo que has hecho y lo que te queda. Cada tramo tiene sus peculiaridades en cuanto al terreno, al desnivel, al clima… Yo me vi algunos vídeos de youtubers, como Javier Ordieres, que describen partes del recorrido y me ayudaron mucho.
  • Planificar la carrera. Quizás yo sea muy cuadriculado, pero hay que hacer una previsión por tramos del tiempo que vas a emplear y lo que vas a parar en los avituallamientos. Hay que ser realista y esto te servirá después para comprobar en carrera cómo vas. Lo normal será ir cumpliendo o superando las previsiones hasta mitad o tres cuartos de carrera y luego perder esa “ventaja”. A mí me funciona y anímicamente es muy positivo. Por eso hay que hacer esa planificación no demasiado ambiciosa.
  • Mi táctica en carrera. El planteamiento que yo hice fue bastante conservador al principio, sobre todo en las bajadas. La verdad que el motivo era por la sobrecarga que llevaba en un cuádriceps, pero me vino bien. Después de Courmayer empecé a apretar un poco y mantuve un ritmo muy bueno hasta después donde la peña ya empieza a decaer. Si llegas bien a Bonatti, la subida al Col de Ferrer y sobre todo las bajadas sinuosas después disfrutarás y pasarás a mucha gente. Después, a partir de Champex Lac, eres tú contra ti mismo. Esas subidas y la segunda noche te lo pondrán difícil pero ya hueles la meta.
  • Terreno “no muy técnico”. Eso te dicen o lees del UTMB. Yo digo que de eso nada. No son los Picos de Europa ni Andorra, pero tampoco senderitos por los que vas silbando y mirando las nubes. Es alta montaña y aunque haya partes corribles vas a encontrar muchas piedras, raíces, y obstáculos. Algunos tramos de pista, sobre todo en subida, pero los llanos y bajadas no te dejan levantar la vista del suelo. Este tema me sorprendió y enfadó bastante porque pensaba que esos senderos serían más llevaderos.
  • Subidas y bajadas interminables. Hay que ir con la idea de estar mucho tiempo sin parar subiendo y lo mismo bajando, y eso, al menos por mi tierra, es difícil de entrenar. Subidas a la Seigne y Bonhomme al principio, de noche, durante horas; y las tres últimas a La Giete, Les Tseppes y Teté Aux Vents en la segunda noche, son inolvidables.
  • La segunda noche. Gestionar dos noches sin dormir es una de las claves de la prueba. Salvo que vayas a rondar las 30 horas de carrera, la segunda noche la pillas, y lo normal es que completa. Eso te garantiza “espectáculo”, y del bueno. Es muy normal tener alucinaciones y el cansancio es extremo. Hay que tener claro que vas a acabar, que estando allí ya no puedes parar. Si puedes, dormir un poco en uno de los tres últimos avituallamientos (yo no pude), café, geles y lo que se te ocurra dentro de los límites.
  • Seguimiento. Para mí ha sido fundamental sentirme acompañado en la distancia por tanta gente. La familia, amigos y los compañeros del club me estuvieron empujando todo el tiempo. Mensajes de ánimo o comentando el seguimiento online me hacían revisar mi teléfono de vez en cuando y me daban alas.
  • Si puedes ir acompañado, en mi caso fue mi mujer, es recomendable. Vas a tener una experiencia inolvidable y con quién mejor para compartirla y vivirla. La mía, sin ser una gran seguidora de esto de las ultras, yo diría más bien que es una sufridora, se metió de lleno e incluso estuvo en un par de puntos de asistencia, que para mí fueron fundamentales. Saber que me estaba esperando en Courmayer y Champex Lac me daba un extra de energía. Por no hablar de la llegada a meta.
  • Hay que intentar aprovechar la semana en Chamonix. Lo ideal es llegar el martes o miércoles e irte el lunes o martes siguiente. Imprescindible subir al Aguille du Midi y hacer alguna ruta de senderismo que por allí hay muchas. Sólo pasear por el pueblo merece la pena. Como dice mi amigo Jose, es el Mónaco de Los Alpes. Encontrarás tiendas de todas las marcas de trail y montaña y podrás tomarte una buena cerveza o un café y un crepe con unas vistas privilegiadas. Eso sí, prepara la cartera, aunque merecerá la pena.
  • ¿Antes o después de la CCC? Después de hacerla sin haber corrido la CCC tengo claro que es la elección correcta. Salvo que no tengas mucha experiencia, UTMB es asumible después de hacer un número de ultras relativo. El no conocer con exactitud lo que te vas a encontrar para mí es un aliciente y también una forma de no desmotivarme. La primera parte con las subidas nocturnas tan largas, y sobre todo, los tres últimos picos en la segunda noche, mejor no saber de ellos hasta entonces. Salir de Champex sabiendo lo que te espera debe ser tremendo. Eso sí, ahora volvería sin duda para hacer la CCC y disfrutar de otra forma el recorrido, que además es por la parte más amable de UTMB.
  • No perder nunca la ilusión en carrera. Estar en UTMB es un privilegio. Muchas ultras antes, muchos entrenos, pero estar aquí es un premio. Hay que tener esto muy presente y recordarlo cuando lleguen los momentos duros, que vendrán seguro. Es algo que no me cansé de pensar.

La verdad es que sólo puedo decir cosas positivas de mi experiencia en UTMB. Tanto a nivel organizativo, el recorrido en sí, los corredores, los voluntarios, los avituallamientos, el ambiente, los días antes y después, esa llegada a meta, todo es increíble. Han pasado ya muchos meses y sigo recordándolo como un sueño, algo que jamás olvidaré y que recomiendo a todo corredor de ultra distancia. Merece mucho la pena luchar por correr y ser parte de la historia del UTMB.