martes, 19 de febrero de 2013

No parece que fue ayer...

Hoy hace exactamente un año de la maratón de Sevilla de 2012.  Fue mi primera carrera "larga" a la que llegué muy preparado y que disfruté mucho. Estaba fino y conseguí mi objetivo. Todo me salió bien. Después vendrían muchas más en mi año "ultra", pero esa carrera me dejó marcado y supuso un cambio en mí como corredor.


El típico dicho de que el tiempo pasa volando en mi caso no ha sido así. Hoy mi estado físico no tiene nada que ver con el de aquel día y mi objetivo es mucho menos ambicioso que bajar de las 3h30. Pero es que además en este tiempo han pasado tantas cosas y he tenido tantas experiencias que me parece mentira que sólo haya pasado un año, 52 semanas.

Esta entrada es para tener un recuerdo en un día importante para mí pero también para desear suerte a tantos amigos que el próximo domingo tendrán la suerte de disfrutar de esos 42 kilómetros por las calles de Sevilla. A todos ellos... Jesule, Paco, Álvaro, Juan Barroso, Antonio M-B, Óscar, Miguel, Ángel Luis, Javier R. "Espíritu", Javier "Unyko", Javier "Pundonó"... y tantos otros conocidos...mucha suerte y aprovechad el momento. Ya casi habéis conseguido lo más difícil en la maratón: colocarse en la línea de salida. Correrla y cruzar la meta es el premio a vuestro esfuerzo. A por ella!

sábado, 16 de febrero de 2013

Las causas de la / mi pubalgia

He leído mucho sobre la osteitis de pubis o pubalgia últimamente. Muchas visitas a páginas de medicina, deportivas, foros de opiniones, blogs particulares, etc. Mucha información en distintos sentidos, algunos no muy positivos, pero que me han ido aclarando el alcance de esta lesión y su dificultad, no sólo en su recuperación, sino en el diagnóstico y la identificación de las causas.


De lo mucho que he visto algunas de las descripciones teóricas sobre las causas de la pubalgia son las siguientes:
Factores intrínsecos: Acortamiento de los miembros inferiores, displasia de cadera, hiperlordosis lumbar, espondilolisis, deficiencias de la pared abdominal.
Factores extractos: Mala calidad del terreno deportivo (resbaladizo o pesado), sobreentrenamiento, mala programación del entrenamiento, mala realización del calentamiento y estiramiento deportivo.

Otra más breve y resumida:
La pubalgia tiene como causa más frecuente un desequilibrio entre los músculos oblicuos insuficientes y los músculos aductores hipertonificados.

Algunas tras relacionadas con el fútbol pero que se pueden aplicar también al running:
Entre las posibles causas que dan lugar a una pubalgia se encuentran el sobreesfuerzo en el abdomen y aductores o el golpeo al balón al realizar centros o disparos a puerta, estos gestos pueden provocar una descompensación entre dichos músculos o una sobrecarga en los mismos que deriven en la pubalgia.
La disputa de un número demasiado elevado de partidos o entrenamientos sin el necesario descanso puede conllevar una lesión de este tipo. Igualmente, el cambio frecuente de superficies de juego (pasar de terrenos blandos a duros o viceversa) o una mala preparación física puede causar este problema.
Por último, una caída brusca sobre los pies (como al realizar un salto y ser descompensado en el aire) o la realización de gestos técnicos defectuosos o forzados podría llegar a provocar una pubalgia. 

Todo esto es la teoría. Si analizo mi experiencia sí puedo llegar a algunas conclusiones, aunque hasta que no termine de recuperarme serán provisionales, ya que conforme avanzo en ella descubro nuevas cosas:

  • Factores intrínsecos o biomecánicos: no tengo pruebas médicas que apunten a esta causa y los otros factores sí parecen más relacionados. En cualquier caso los pronadores tenemos más probabilidades de caer en esta lesión según he leído. De todas formas no descarto alguna prueba de caderas. 
  • La calidad del terreno deportivo está claro que influye negativamente. No es lo mismo correr por una calzada que por una pendiente llena de piedras e ir dando saltos.
  • Los entrenamientos. Por supuesto que han sido muchos, de mucha distancia y sobre todo, duros. Pero no puedo decir que me sintiera sobreentrenado. Al introducir este año el gimnasio me sentía más fuerte de piernas y lo he notado. 
  • Estiramientos: soy de los que no perdonan ni uno. Antes de correr y sobre todo después. Siempre los he hecho, y por supuesto incluyendo los aductores. Que no eran suficientes o mal ejecutados tampoco lo creo. De todas formas es algo a reforzar, ya que nunca sobran.
  • Abdominales: aquí sí creo que puede haber algo. Los he hecho, y muchos, casi después de todos los  entrenamientos. El problema es que los he realizado a la antigua, o como nos han enseñado a todos, tirando de piernas para los superiores o levantándolas para los inferiores. Esa forma de hacerlos provoca que usemos mucho el psoas y la zona pélvica, por lo que se contribuye a cargarla aun más. Hacía tiempo que notaba las molestias al hacer los inferiores sobre todo pero yo seguía y seguía. La rotura de fibras inicial del oblicuo puede responder a esto.
  • Mala programación: puede ser. He hecho pruebas duras todo el año y no he descansado "de verdad" casi nada, pero sin embargo he repartido esa carga a lo largo de los meses y no me he sentido mal. Pero eso fue así hasta octubre. A partir de esa fecha, justo después de la carrera del Gato en la que llegué muy reventado a meta con calambres no paré lo necesario. Al mes y medio tenía Jarapalos y para prepararlo hice varias salidas seguidas con mucha distancia y desnivel. Arcos, Pinsapar, Albarracín, y de la última al Puerto del Boyar ya salí resentido. Antes de Jarapalos el dolor en el pubis ya estaba apareciendo y probablemente en la carrera terminé de romperme.


Todo esto son conjeturas. La razón principal, por correr, claro. Y correr mucho por desniveles, pues peor. Y no descansar, también. Pero son razones simples y no suficientes. No todos los que hacen montaña o ultras caen con una osteopatía de pubis. El factor suerte también influye. Yo he jugado mis cartas, y aunque me he machacado mucho también he sido meticuloso con los entrenos, estiramientos, abdominales, masajes, etc. Pero me ha tocado. Lo que quiero es sacar conclusiones para que no me vuelva a ocurrir, más que para culparme o pedirme explicaciones.

Mientras le doy al coco, que ahora tengo tiempo y mucho para hacerlo, sigo con la recuperación. El plan de trabajo que ya os expliqué con fisio, ejercicios, piscina y medicamentos. He añadido algunas cosas y no he perdido ni un día. Está siendo duro. Casi le dedico más tiempo ahora que cuando entrenaba.

Mi estado en resumen diría que no ha empeorado. Estoy mejor que hace dos meses y medio cuando me lesioné y que hace un mes cuando empecé el tratamiento específico de la pubalgia. Pero las molestias no desaparecen del todo. Cada vez más aisladas, en una zona concreta, en la parte abdominal baja. El trabajo se está notando. El próximo miércoles tengo nueva cita con el traumatólogo. Ya veremos.

domingo, 3 de febrero de 2013

Mi lucha con la pubalgia

Prometí no hundirme y en eso estoy. Pese a tener malos momentos, desde el primer día del diagnóstico o incluso antes tenía claro que habría que trabajar y esforzarse. Y seguramente más que para preparar un ultra, sobre todo porque los resultados no van a ser ni rápidos ni evidentes.

El objetivo en el duro encuentro con la osteopatía de pubis es doble. Por un lado conseguir el equilibrio de la zona pélvica, ya que hay una descompensación de aductores, abdominales y demás músculos de la zona (psoas, lumbares, etc.). El otro es curar la inflamación o edema que se ha producido en la membrana ósea, en la sínfisis del pubis, y que al estar en un lugar tan profundo es lo más complicado.

El plan de trabajo que sigo escrupulosamente es el siguiente:

  • Fisioterapia: Lunes, miércoles y viernes. Mi fisio Asun se lo está currando con sesiones que incluyen desde masajes de descarga y estiramiento hasta técnica craneosacral (método Poyet) o acupuntura. Media hora seguida de ultrasonido y aplicación de hielo en la zona. Antes de todo eso también recibo otra media hora de magnetoterapia.
  • Piscina: No era mi intención ni me apetecía demasiado, pero ante la insistencia y consejos de casi todo el mundo he dado el paso. La verdad es que si quería hacer algo de ejercicio para mantener la forma era la única salida. Agradecerles a Antonio por su interés y a Sergio por su ofrecimiento para acudir a sus instalaciones donde voy martes y jueves. Una horita, no mucho, pero en la que aprovecho para hacer algo de cardio "mientras intento flotar".
  • Ejercicios: Hago dos tablas de lo más completas para lograr el buscado "equilibrio pélvico". Los días que no hago piscina empleo la más dura: empiezo con estiramientos y sigo con abdominales, trabajo de aductores y abductores, estabilizadores, glúteos y lumbares, para terminar con más estiramientos. En total una hora con más de 700 repeticiones. Los días de piscina hago otra tabla algo más suave con abdominales isométricos y luego estiramientos por elongación en posturas excéntricas (en otra entrada los explicaré pero suenan bien, ¿verdad?). Se hace pesado pero llevo 15 días en los que no he perdonado ni uno, y prometo seguir así. 
  • Medicación: Antinflamatorios (Celebrex) mañana y tarde después de las comidas, y un relajante muscular al acostarme (Sirdalud). 

La próxima cita con el traumatólogo será a final de mes. ¿Cómo estoy? Bueno, no estoy peor que hace 15 días. Supongo que algo mejor, pero la lesión no es un dolor localizado que puedas sentir y calibrar fácilmente. Sé que me queda camino, pero seguiremos trabajando con todas las fuerzas y lo que tenga que ser será. Lo más duro ahora mismo es la lucha con la cabeza. Estar parado es difícil de asumir, pero hay que ser positivo y relativizar las cosas. Todo pasará antes o después.

Quiero agradeceros a todos, a los más cercanos y a los menos, vuestras muestras de apoyo y comprensión en estos momentos. Todo han sido ánimos y buenos deseos, y eso también te hace ver que merece la pena sentarse a contar otras cosas que no son entrenos y carreras.