jueves, 31 de mayo de 2012

"Se trata de ser nosotros mismos"

Os dejo el vídeo promocional del próximo gran reto de Killian Jornet  para los próximos cuatros años. Se trata de una hazaña sólo a su altura, subir y bajar algunas de las montañas más emblemáticas del mundo. Lo hará siguiendo unas reglas simples intentando transmitir los valores que a él le guiaron. Sin entrar tanto en su aventura, cosa que muchos ya están haciendo y describiendo, sí me ha impresionado el vídeo, tanto por las imágenes como sobre todo por sus palabras. Para pensar...

jueves, 24 de mayo de 2012

Los 101: el después.

Ya han pasado bastantes días y las secuelas de los 101 de Ronda, positivas y negativas, todavía perduran. Por el lado bueno sigo en la nube. Esta carrera me ha dejado marcado y conforme más lejos lo veo más satisfecho me encuentro y más consciente soy de lo conseguido. Probablemente haya vivido una de las experiencias más límites en mi vida y eso lo convierte en algo imborrable.

Sudadera y "ladrillo" legionario
Por otro lado, en lo físico, salvo el tema de la uña por lo general muy bien. Muscularmente no tuve demasiados problemas y a los pocos días casi no tenía molestias. Lo que sí he estado arrastrando casi toda la semana ha sido un cansancio general a nivel orgánico. Estaba como aletargado, sin "fuerza interior".

La lesión de la uña sí se me ha alargado más de la cuenta. Cuando el lunes justo después de la carrera me presenté en mi podólogo con el dedo "reventado" me puso cara de asombro y me dijo que cómo me había hecho "eso". Tenía la uña desprendida y un hematoma tremendo en la base del dedo. Opciones: drenar y esperar que esa desdichada uña se caiga sola o drenar y extraerla. Preferí lo primero pero no fue lo mejor. Estuve toda la semana con dolor ya que se me clavaba al andar. Para colmo se me empezó a hinchar el dedo y al final el lunes pasado decidí quitármela. Unos pinchazos de anestesia y fuera. No ha sido para tanto, la verdad.  Ahora lo que tengo son las molestias del roce de esa piel hasta que no se "endurezca" y a su vez nazca de nuevo la uña. Como me dice el podólogo..."¿y qué quieres que te pase después de meterte esos kms en los pies?".

Lo cierto es que hoy ya llevo 10 días sin correr y me subo por las paredes. Aunque sé que me está viniendo bien. Llevaba mucha carga de kms desde octubre que empecé con la preparación de la maratón y casi no he parado. Mi rodilla y piernas en general me lo agradecerán. Pero creo que ya es suficiente y espero que en pocos días (la verdad es que quiero probarme mañana....jeje) retome los entrenos.


Por otro lado también empiezo a sacar conclusiones de la carrera como tal. He querido dejar pasar estos días para analizar las cosas con más frialdad, y dejo algunas notas a tener en cuenta tras la experiencia en la primera participación:
  • Perdimos mucho tiempo en los avituallamientos, sobre todo los primeros. Hay que ir preparados para saltarse un par de ellos al principio. Estamos hablando de casi 30 minutos de esperas en ellos  para rellenar los bidones de agua. He comprobado que el tiempo que perdimos respecto a la previsión hasta Setenil (km 60) fue todo en las paradas.
  • Tengo que solucionar el problema de los pies con las zapatillas. Es de suponer que ese golpeo en la punta debe ser por llevar un número pequeño, pero precisamente llevaba uno de más respecto a las de asfalto. Aumentaré otro más y me las ataré más flojas.
  • Se puede aguantar sin mochila y bastones hasta el avituallamiento del Cuartel, donde hay que aprovechar para abrigarse. Sin muchas comodidades sí creo que sea bueno comer, pero sin hartarse.
  • Hay que entrenar más la distancia, sacrificar ritmos y acostumbrarse a intercalar subidas andando con trotes en llano. Pero también creo que hay que hacer trabajo de fuerza: el gimnasio es imprescindible y alguna carrera de montaña con cierto desnivel creo que es aconsejable. En general, hay que entrenar más.
  • En la carrera se puede arriesgar algo más. Conociendo ya el perfil se pueden llevar ritmos algo más elevados en determinados momentos. No hace falta correr en las subidas. También hay que guardar fuerzas para los últimos 20 kms. Sólo con eso y restringiendo las paradas en los avituallamientos podemos reducir hasta las 14 o 15 horas el tiempo total.
  • Por último, que con el día de calor que sufrimos no sirve casi de nada todo lo anterior. Creo que hicimos lo correcto: beber todo lo que pudimos, parar lo necesario y reservarnos dentro de lo posible. Estoy seguro que esto fue la clave de nuestro éxito. Realmente no llegué con graves problemas de desgaste a nivel muscular ni articular. A excepción del problema de la uña, fue más un cansancio general que una lesión determinada. Es decir, que si volvemos a tener las mismas condiciones climáticas, a rezar...
Queda un año por delante pero ya tengo muchas cosas claras para la próxima edición, y mis compis de aventura también. Ahora toca terminar de recuperarse y afrontar nuevos retos. Ya os cuento...

miércoles, 16 de mayo de 2012

Mi aventura en los 101 kms de Ronda

Tras dejar las mochilas
Viernes 11 de mayo a las 4 de la tarde. Falín y Jose me recogen y partimos hacia Ronda. Antes, paramos en la casa que hemos alquilado en Parauta a 7 kms para dejar el equipaje. Al poco ya estamos en Ronda. Ambientazo por las calles. Después de unas cuantas vueltas y rodeos por "indicaciones erróneas" conseguimos retirar nuestros dorsales y entregar las mochilas. Costó mucho más de lo que pensábamos. ¿Sería una señal de lo que nos esperaba? Lo cierto es que hicimos un buen "entrenamiento previo" yendo de aquí para allá con nuestras mochilas. Después un paseo por los stands de los patrocinadores y un helado. Por la noche preferimos cenar en nuestro centro de operaciones en Parauta en lugar de en la tradicional "cena de la pasta legionaria". Más que nada por estar tranquilos y comer exactamente lo que traíamos: pasta, pasta y más pasta, algo de fruta y yogur de fibras. A estas alturas tengo cara de spaguetti...juro que en 1 semana no pruebo ni un macarrón.

Nuestra "cena de la pasta"

Sábado 12 de mayo a las 7 de la mañana. Los nervios actúan de despertador y tras un buen desayuno con más hidratos nos preparamos y partimos hacia Ronda a las 9 de la mañana. Tenemos suerte aparcando y dejamos el coche cerca de la meta. Sabemos que no habrá muchas fuerzas "dentro de unas horas". En el camino hacia la salida nos encontramos con gente del Maratón Jerez y llegamos junto a ellos hasta la entrada del campo de fútbol, lugar de salida de los 101. Por el camino Carmen nos da algunos consejos después de haber participado en 7 ediciones. Casi na. Prevé un día duro con el calor y nos recomienda mucha calma por nuestra inexperiencia. Viendo su cara de preocupación tomo conciencia que no será un día fácil.

Antes de salir
Entrada al campo con mucha emoción. Primer sello al pasaporte legionario, documento imprescindible en toda la carrera como medio de acreditación para sellar en los puntos de control. Algunos estiramientos y a esperar. Bebemos agua mientras. Después de salir las bicis y duatletas nos colocamos en buen sitio. La idea es no quedar taponados con los que hacen el recorrido andando. El speaker se encarga de animar y dar trascendencia al momento Después toma la palabra el general jefe de la legión. Nos arenga y felicita, nos da fuerzas y nos pone como ejemplo "de lo que necesita España, gente luchadora y con ganas". Después los vivas reglamentarios. Todo muy militar, y aunque no soy nada facha, reconozco que me dejo llevar por el ambiente y grito emocionado los vivas. Con todo el mundo extasiado se da el cañonazo de salida a las 11 en punto. Gritos de guerra y de ilusión. Aplausos y choques de manos. Nos deseamos suerte unos a otros. Los vellos de punta.

Primeros kilómetros. Menos embotellamiento de lo previsto que mejora nuestros ritmos medios planeados. Muchas bromas y risas. Yo no quiero ni reírme para no malgastar fuerzas. Reconozco que al principio voy algo tenso por la situación. El calor es asfixiante y comentario de todos. Salida de Ronda y empezamos a carrilear. Contenemos mucho el ritmo sin pasar de 6' en llano y andamos en las subidas. Junto a eso, promesa de beber hasta acabar nuestros bidones antes de cada avituallamiento. Hay que luchar contra la deshidratación. Lo cumplimos a rajatabla. El problema ahora es que todo el mundo se para a reponer agua y en los 3 primeros avituallamientos perdemos mucho tiempo, pero no podemos quedarnos sin líquido. Aguantamos pacientemente las colas.

Llegada a Navetas, km 25. Tomamos un sandwich y un donut más algo de fruta. El calor es tremendo. Jose empieza a quejarse de la rodilla. Preocupación silenciosa de Falín y mía. Los ritmos siguen siendo los previstos pero seguimos perdiendo tiempo en los avituallamientos.

A partir del 35 comienza la subida de Arriate al Cortijo del Polear. Tres y media de la tarde. Momento crucial. Jose prefiere quedarse atrás, la rodilla le está afectando al resto del cuerpo y tiene las pulsaciones por las nubes. No queremos presionarle y le dejamos. Avisa que quizás abandone. Queda mucho y es para pensarlo. La cuesta es terrorífica, no solo por la pendiente sino por el bochorno. No corre nada de aire. La gente empieza a echarse a los lados. Unos sólo descansan buscando algo de sombra, otros se retuercen con calambres, alguno vomita con signos de golpe de calor. Tremendo. Conforme más subimos más escenas de este tipo. Falín y yo bastante bien, aunque noto que mis pulsaciones, mi punto fuerte, van un poco altas. Nos tomamos un buen descanso esperando a Jose en el avituallamiento. Llega muy cansado pero dice que está recuperándose. Nos tomamos un ibuprofeno todos. Falín y yo seguimos adelante dejándolo a su ritmo. 

En el Cortijo del Polear

Hasta el 60, en Setenil, los mejores momentos. Cumplimos a la perfección los ritmos previstos y corremos en muchos tramos, teniendo que echar el freno muchas veces. Sin embargo llevo aguantando casi desde el 40 un dolor en la punta del pie al chocar con la punta de la zapatilla. Cada vez se acentúa más, sobre todo en las bajadas, pero es "soportable". El calor sigue arreciando, y muchos vecinos nos echan agua con las mangueras al paso por sus casas. También un coche de bomberos hace lo propio. Menos mal. Buen rato con Falín de charla contándonos historias. Eso es lo bueno de tener "todo el tiempo del mundo". Llegada a Setenil con un ambientazo. La gente por todas las calles nos jalea a nuestro paso y aplaude. Damos las gracias y saludamos con emoción. Más momentos para no olvidar. En el avituallamiento del polideportivo hay más comida y nos atiborramos. Sandwiches de salchichón, fruta, chocolate y coca-cola. Después nos cambiamos de ropa para ataviarnos con la de nuestro club, el DBM. Estiramos un poco antes de partir y en ese momento llega Jose. Increíble. Dice que está recuperado. Ha sido un milagro. Lo dejamos para que coma y se cambie. Ya nos pillará, seguro.

Comiendo en Setenil

Tras ese parón vienen un par de subidas. La primera se nos hace dura. Falín comienza a tener problemas musculares y el dolor de mi pie ya es preocupante. A pesar de ello seguimos pero bajamos el ritmo. Corremos a intervalos. Nos cuesta volver a hacerlo. El calor continua. Entramos una parte preciosa de bosque con un riachuelo donde nos alcanza Jose. Nos da un subidón. Tenía esperanzas de que esto ocurriera pero sigo pensando que fue milagroso. Vaya pundonor.

De nuevo juntos

Después llega la otra cuesta, la de Chinchilla, y nos hace aplacar nuestros ánimos. Falín saca los bastones porque cada vez está más cargado. Después una bajada bastante fuerte. No sé qué es peor. Corro con los dedos de los pies encogidos. El dolor ya es insoportable. Cada vez apoyo más los talones intentando evitar las punzadas en el dedo. Ahora es Jose el que mejor va. A poco del Cuartel nos espera Antonio Mariscal, que se ha pegado la paliza de llegar hasta allí para acompañarnos un par de kms al trote y hacernos unas fotos. Todo un detalle que nos da mucha fuerza.

Cena en el Cuartel
Llegada al Cuartel, km 77, 11 de la noche. Comida caliente y el otro punto de recogida de mochilas. Había leído que lo llaman el avituallamiento trampa porque la gente se acomoda y unido al cambio de temperatura causa muchos desmayos y abandonos. La idea era no sentarse y salir pitando, pero vemos el menú y no nos resistimos. No estamos tan mal como para temer lo peor. Nos ponemos como el "Quico": caldo caliente, arroz frito, filetes empanados, perrito caliente, coca-cola y dulce de chocolate. Cambio de zapatillas. Me pongo las Saucony que dejé en la mochila para emergencias. Ésta lo era, pero también era tarde. El daño en el dedo era tan gordo como éste y casi no noto mejoría. Mientras, un corredor cae desplomado del banco en el que estaba sentado comiendo. Las asistencias acuden a auxiliarlo. Creo que no es el primero por la forma en que los avisan. Al poco otro se tira al suelo con síntomas de mareo. Más vale salir de allí antes de que nos contagien...11 y media. Salimos animados. Supongo que por ver que seguimos sanos y salvos. Estoy con fuerzas. Hablo con mi mujer por teléfono y me vengo más arriba. Empezamos a correr. Empiezo a creer que lo tenemos.

Gran error. Viene lo peor, y aunque sabíamos del perfil no imaginábamos su dureza. Otro momento crucial: la subida a la Ermita. La vista de la gente ascendiendo a los lejos con los frontales y las luces rojas intermitentes que nos han dado brillando en medio de la oscuridad es mágica. También terrorífica...están muy arriba. Se me hace muy larga. Durísima. Interminable. Casi 5 kms a ritmos por encima de los 10'. Para mí es una estocada de muerte. Falín también está jodido. Jose aguanta el tío. Termina la ascensión y viene una bajada de vértigo. Veo las estrellas. Las de verdad y otras interiores en forma de puñaladas en los pies. Casi no puedo andar. Ni hablar de correr. ya abajo reponemos en el avituallamiento y nos animamos unos a otros. Hemos superado uno de los peores momentos.

Comienza un tramo más llano sobre asfalto. Los dolores musculares mitigan el del pie, que empieza a adormecerse. Creo que se ha cansado antes que yo. Estiro un poco y consigo trotar. En el 90 viene otro repecho que me machaca. Falín se enfada con el mundo y con coraje tira para delante, como queriendo acabar antes con el sufrimiento. Jose y yo nos quedamos. Yo porque no puedo más y Jose supongo que por hacerme compañía, porque sé que podía ir más rápido. Gracias amigo.

Quedan 6 kms. Ya se ve Ronda, pero está muuuuy arriba. La noche es preciosa. Me pongo el cortavientos porque refresca algo. Estamos en zona boscosa. No me quedan muchos pensamientos positivos, los he agotado casi todos. Sé que lo tenemos pero cada km se hace eterno.El ritmo es ahora de 12'/km. Hace tiempo que no corremos, y menos mal que llevamos los bastones. Alguna frase suelta con Jose para animarnos, pero no se le puede llamar conversación. Estamos tiesos.

Llegamos a la conocida como "cuesta del cachondeo". Ni siquiera quiero bromear con el nombrecito. Nos pone firmes. 2 kms de  empedrado con mucha pendiente para rematarnos, pero ahí estamos. Empezamos a ver las luces del pueblo. Esto no se acaba. En lugar de pies creo que llevo dos bolsas de basura atadas al tobillo. Pero todo llega, y por fin llegamos a una curva donde comienza el asfalto y un policía local nos indica que sigamos hacia la izquierda, dirección centro de Ronda. La civilización.

Alargamos el paso y nos preguntamos si seremos capaces de correr. Anda que no. A menos de 1 km de la meta la mente ha terminado de doblegar al cuerpo y empezamos a trotar. Estamos que nos salimos. Reimos.   Un señor que nos ve pasar nos dice "vaya cojones tenéis!". Me emociono y le doy las gracias. Grupos de gente que esperan a familiares también nos animan. Llegamos a la recta de meta y entramos abrazados por el arco. Un legionario nos sella el pasaporte por última vez comprobando que están todos los controles. El tío se lo piensa  y todo... Otro nos pone la medalla, que llaman "el ladrillo", y nos da la enhorabuena. Falín ha llegado un poco antes. Nos felicitamos emocionados.

Con el ladrillo al cuello...nuestra cara lo dice todo

Intento desahogarme pero no puedo. Estoy vacío. No puedo reir, llorar, casi ni hablar. Es como si la mente dijera hasta aquí hemos llegado, y me abandona dejándome exhausto. Miro a mi alrededor y todos están igual. Mucho silencio y manos en la cabeza. Así varios minutos. Recogemos nuestra sudadera oficial y nos sentamos los tres un rato. No tanto por descansar sino porque casi no podemos andar. Nos tomamos una cerveza pero casi ni entra. Jose consigue un cigarro y me pego el lujo (y la locura) de pegarle un par de caladas. Llevaba un par de años sin probarlo después de dejarlo hace ya más de seis. Después retiramos las mochilas y felicitamos a los legionarios por la excelente organización. Casi arrastrando llegamos al coche y después medio dormidos a la casa. Estoy sin ganas de nada y no puedo pensar, pero estoy orgulloso de ser cientounero. Dañado en el pie pero nada grave que no se cure con reposo y betadine junto a la pérdida de la uña, y también ilusionado con volver en 2013 con la experiencia suficiente. Ahora toca sacar conclusiones, pero eso será más adelante...

lunes, 14 de mayo de 2012

El reto de correr...Los 101 kms de Ronda

Ha sido mi primer ultra maratón, y aunque estoy intentando buscar la forma de describir la experiencia no lo consigo. Ha sido algo increíble, una mezcla de sensaciones al límite, casi todas buenas, algunas malas, pero hacen que para mí esto sea algo que nunca olvide.


Las horas pasadas junto a mis amigos, más unidos que nunca, el sacrificio, el afán de superación, de luchar contra tu propio cuerpo, contra el dolor, y seguir adelante hasta terminar hacen de esta experiencia algo épico. Había entrenado mucho, estaba muy mentalizado y preparado para lo que pudiera pasar, pero reconozco que esto me ha superado. No podía imaginar la trascendencia de una prueba de esta envergadura que la climatología se encargó de endurecer aun más.

Para colmo, estuve arrastrando fuertes dolores en el dedo gordo del pie izquierdo que iba golpeando la punta de la zapatilla, a pesar de haberme comprado unas Trabuco con un número más para evitarlo. Llegó un momento en que el dolor era casi insoportable, sobre todo en las bajadas, y sólo se mitigó cuando el pie se "adormeció" y el resto del cuerpo comenzó a mostrar otro tipo de dolores musculares. A esas alturas era mejor preguntarse por algo que no te doliera. Lo cierto es que cuando me quité el calcetín tras la carrera me asusté y comprobé que el dolor estaba justificado. Para los curiosos y amantes del gore podéis verlo en este enlace.

He visto escenas de emocionantes a dantescas, pero todas ellas conforman esta prueba y la convierten en algo mítico. Después de haberla experimentado sólo puedo decir que me quito el sombrero ante todo aquel que diga que es cientounero. También por los que lo han intentado, porque sólo por ello merecen el reconocimiento.



Como nos dijo un legionario al terminar: "habéis escogido un mal año para hacer la prueba por primera vez". Y es cierto, pero por eso mismo estoy más orgulloso de lo conseguido. Nuestra inexperiencia también la pagamos, y aunque intentamos protegernos durante las horas de calor el final se hizo durísimo. Desconocíamos el perfil y esos últimos 20 kms se hicieron muy muy largos.


Pero lo conseguimos, y aunque sea casi lo de menos terminé en 16 horas y 45 minutos, tiempo muy por encima de lo planeado, que no era un objetivo sino más bien una referencia. En realidad casi la cumplimos, porque comparando con los resultados del año pasado estos se han incrementado en una hora, resultado del calor asfixiante que pasamos hasta casi el anochecer. Mi puesto el 605 de los 1.877 llegados, con 823 abandonos.


Como siempre no quiero olvidarme de agradeceros a todos vuestro apoyo y seguimiento. Los que estáis cerca, los que me llamasteis por teléfono y los que me tuvieron en la cabeza en algún momento. No dejo de sorprenderme de lo afortunado que soy.

Sigo intentando aclarar mis pensamientos y ordenar todo lo vivido en esas horas para hacer una crónica lo menos pesada que pueda, además de esperar a que el podólogo me diga el alcance "de lo del pie" para contar con algo más de detalle este gran reto vivido. Mientras, sigo en una "supernube" mirando de reojo la próxima edición...y es que esto engancha.

viernes, 11 de mayo de 2012

Semana 11/11 Ronda 101 - Nos vamos...


Dentro de un rato, después de comer, salgo para Ronda con Falín y Jose Mari, los compañeros de viaje para hacer mi primer ultra. Ha pasado mucho tiempo desde que decidimos apuntarnos a esta aventura, como siempre me ha gustado llamarla. Fue mucho antes de la maratón de Sevilla en noviembre, yo diría que allá por septiembre. Después vino la inscripción en diciembre y ya estábamos atados al gran reto. Con cinco meses por delante las cosas, por muy difíciles que sean, se ven muy distintas a cuando se te echan encima.

La semana ha pasado muy lenta. El tapering es más duro que los propios entrenos y con sólo dos rodajes el lunes y el miércoles parece como si no hubiera hecho nada. De eso se trata, de llegar con ganas a la carrera. Mañana a las 11 se da la salida, y aunque las sensaciones son de mucho respeto, la ilusión es mayor. Es algo parecido a las sensaciones previas a la primera maratón que corrí hace poco, aunque tengo la impresión de no tener esto tan controlado. Aquí la distancia y el tiempo son tan largos que pueden pasar mil cosas, y la garantía de sufrir también es importante. Dan calor, bastante, el cambio de temperatura ha llegado en el peor momento, pero eso dará más valor a este reto.

De todas formas me siento fuerte, en lo físico y en lo mental, y el grupo que formamos  está muy unido y nos compenetramos a la perfección. Cada uno aporta cualidades distintas y eso nos da seguridad a todos. Eso sí, echaremos de menos el ánimo y el humor de David, el gran ausente. Los meses de preparación han sido inolvidables, y ahora llega el momento de demostrarnos que esos momentos no solo han sido de convivencia sino de preparación. Muchos madrugones, quedadas nocturnas, trails larguísimos con agua, barro, frío y viento. Muchos chistes, historias personales, confidencias y risas. También muchos entrenos en solitario. Ahora hay que rematar la faena.

También quiero dar valor a la paciencia de mi familia, a las horas de comprensión y cambios de planes por los largos y continuos entrenos. Los que tenemos niños sabemos que sin "ellas", nuestras mujeres, no podríamos ni pensar en estas locuras. Para colmo esta semana es la feria de Jerez, fiesta señalada en la ciudad, y que hemos trastocado para poder afrontar este reto. También hay que reconocerlo y espero compensarlo con creces.

Atrás quedan 700 kms en estas 11 semanas de preparación post maratonianas, 70 horas corriendo en 38 entrenos y 2 carreras de montaña. Así que vamos que nos vamos, el momento ha llegado y hay que disfrutarlo. Comienza la aventura!

domingo, 6 de mayo de 2012

Semana 10/11 Ronda 101 - La logística

Penúltima semana y los nervios a flor de piel. El trabajo está hecho y los entrenos se están convirtiendo en una forma de pasar el tiempo. Con el gimnasio descartado el plan era salir en días alternos, metiendo uno de descanso entre cada entreno y hacer rodajes no demasiado largos a ritmos medios/tranquilos. Al final casi ha salido según lo planeado, aunque con más kms de la cuenta y unos ritmos algo fuertes.

El martes, aprovechando el día de fiesta, quedamos el grupo 101 para hacer una tirada por "mis carriles de Estella" de 21 kms. La mala noticia es que nada más empezar Jose Mari nos dejó con un fuerte dolor en la rodilla que lleva arrastrando desde la Animal Trail. Espero que se recupere a tiempo porque ha luchado y entrenado como el que más para hacer esta aventura y disfrutarla juntos. Tras esta baja el rodaje no fue lo mismo, pero junto a Falín y David hice un buen entreno a ritmo suave. Después cayó nuestro tradicional mollete con aceite.

Con Falín y David

El jueves entrené por asfalto, pero me encontraba tan bien que conforme fui calentando fui subiendo ritmos haciendo algún km a umbral o por debajo. Con tanta ultra creo que estoy perdiendo velocidad así que cuando me lo pide el cuerpo me doy algún capricho.

El sábado se suponía que iba a ser otro día sin más, de 10/15 kms en plan tranquilo, pero cuando me acosté el viernes vi que daban agua...con lo que me gusta ese tipo de rodajes... Pues nada, madrugón, chubasquero y a los carriles a hacer el "cochino". Pero claro, una cosa es día lluvioso y otra lo que me encontré. Las casi dos horas lloviendo, con algunas trombas de agua tremendas. Los carriles, una parte con fango deslizante, otra con el que se pega a las zapas y otra con casi lagunas. Fue duro y divertido a la vez, una pasada. Me quedo con el buen sabor de boca cuando llegué a casa y directamente me di con la manguera por encima de la ropa para quitarme lo más gordo. En días como ese te das cuenta de los progresos y de la forma en la que se está. Con un terreno muy pesado, viento racheado y agua pa aburrirse me lo pasé de escándalo.


Total, que en solo tres rodajes he sumado 56 kms y unos ritmos bastante buenos. Lo mejor, las pulsaciones cada vez más controladas rondando casi siempre las 140 ppm.

Aparte de esos entrenos la semana ha dado para pensar y planear toda la logística de la carrera, que es bastante. Para que tengamos una idea, estos 101 kms de Ronda está considerada una de las pruebas ultra de mejor reputación. Está organizada por la Legión y no se escatima en medios. Tiene 20 avituallamientos, de los cuales, en dos se puede dejar una mochila para cambios de ropa o cualquier cosa y con comida caliente incluida.

Mi plan logístico es salir con riñonera, una Raidlight que compré hace poco con un bidón y un buen bolsillo más otro que le he adaptado yo. En ella llevaré barritas, geles, un pack de primeros auxilios (esparadrapo, ibuprofeno, compeed para las ampollas y alguna cosa más), la cámara de fotos y el teléfono. Con todos los avituallamientos que hay no necesitaré más. En el km 60 (Setenil) haré un cambio de ropa completo y cambiaré el cinturón por la mochila cargada con los bastones, el frontal y ropa de abrigo para la noche. Después queda el Cuartel, en el 77, donde tendré más ropa por si hace demasiado frío y sirven comida caliente. Es uno de los momentos más delicados, donde dicen que se queda la mayoría que abandona, sobre todo porque no es capaz de levantarse después de sentarse a tomar la sopita caliente. Intentaré seguir los consejos y no parar ni acomodarme demasiado.

Mi cinturón Raidight que me acompañará al principio

En cuanto a ritmos, aunque el desconocimiento es total ante una prueba de este calibre, la idea es rodar en llano en torno a 6' el km, andar en las subidas y trotar en las bajadas también con precaución. Así hasta llegar a Setenil en el 60, y a partir de ahí es la incógnita. Habrá cansancio y quizás dolores musculares, ampollas o algo más. Si se puede correr se correrá, y si hay que andar se andará. Llegará el momento de utilizar los bastones porque a partir de ahí hay alguna pendiente de las duras, y la noche también dictará sentencia y pondrá de su parte para que la aventura sea más auténtica.

El tiempo que haga será importante y parece que desgraciadamente hará calor, y bastante, por lo que habrá que tener más precaución y beber todo lo que se pueda. Por la noche parece que los cambios de temperatura son bruscos y habrá que abrigarse bastante.

Son los planes de algo que sabes que probablemente salga totalmente distinto a como piensas, pero que en cierta manera debes preparar. Hablar de tiempo previsto es una locura, pero con esos ritmos creo que estaremos en torno a las 15 horas. Ya veremos al final si algo sale según lo previsto, pero está claro que el objetivo es cruzar la meta.