El jueves pasado me reincorporé al trabajo después de casi un mes de baja (la primera de mi historia laboral, todo sea dicho) y ya estoy intentando coger el ritmo de una "vida normal", esa que no sabemos apreciar en el día a día hasta que nos ocurre algo y la vemos desde lejos en una cama o recostado en el sofá.
Estos primeros días han sido duros, sobre todo por el tema físico, ya que estoy desacostumbrado y algo débil, así que también empecé a tomar ayer unas cápsulas de vitaminas que me han recomendado (yo y mis pastillitas, verdad Quique?). Respecto a mi enfermedad creo que estoy recuperado al 95%, ya que de respiración estoy bien y tan solo tengo algo de tos.
Y hoy he salido a andar. Después de la total inactividad es un logro y una sensación que echaba de menos, ya que he estado 45 minutos a ritmo de zancada larga (bueno, que no he ido a pasear). Lo que se dice andar rápido, para probarme, y me he sentido bien en general. Algo cansado muscularmente pero bien a nivel aeróbico, sin ahogarme.
Escribir esto me parece mentira. Por un lado, por todos los kilómetros que llevo en las piernas y por otro por tantos días en el dique seco. Bueno, pero poco a poco estoy llegando a esa normalidad tan deseada, y ya estoy pensando en ponerme las zapatillas. Muy pronto...
Chaval, que la forma no se pierde tan rápido. No estarás para volver a correr en Écija, donde siempre quedan 500 metros, pero en seguida te notarás bien
ResponderEliminar