Semana 18/18 Plan Maratón Sevilla se acabó lo que se daba...Respeto e ilusión

La semana 18 del plan por fin llegó. Lo que en teoría era una semana de espera, de transición, he tenido que reconvertirla en la semana de recuperación, sobre todo del tono muscular y de pulsaciones, después de estar parado desde el lunes de la anterior por el catarro/gripe. La idea era ver en qué estado me había dejado el resfriado e intentar a volver a la forma anterior en todo lo posible, pero sin forzar lo más mínimo. De dos salidas y poco más de 20 kms previstos pasé a tres entrenos con casi 30 kms pero a ritmos suaves.

Para no aburrir, en números estos han sido los entrenos de recuperación:

• Lunes 13/02: 8 kms a 5:26 y 140 ppm.
• Martes 14/02: 10 kms a 5:13 y 145 ppm.
• Jueves 16/02: 10 kms a 5:21 y 142 ppm.

El lunes me encontré algo lento y con las pulsaciones un poco altas, con algo de dificultad para respirar, ya que el resfriado no me ha abandonado del todo. El martes algo mejor, sobre todo de tono muscular, metiendo algún cambio de ritmo y terminando fresco. Y el jueves bastante mejor, aunque con mucha prudencia y sin forzar nada.

¿Y cómo me encuentro hoy? Pues no voy a a decir que mal, pero el resfriado me ha cortado el estado casi óptimo en el que me veía, con una sensación de fortaleza que ahora no tengo tan clara. Los nervios supongo que también influyen, y las dudas empiezan a aparecer. No sé cómo me afectará este maldito resfriado que para colmo sigue latente, ya que la garganta la tengo algo inflamada. Y luego está la rodilla, que tampoco sé cómo va a reaccionar a tantos kms.

Pero bueno, casi ha llegado el día. Cuando miro de reojo el contador de la maratón del blog con las horas que faltan me da un vuelco el corazón. Antes casi ni lo miraba, pensaba lo lento que pasa el tiempo cuando te paras a mirarlo, segundo a segundo, y ahora, como avanza inexorable, hasta parece que pasa más rápido.

Han sido más de cuatro meses de dura preparación pero a la vez divertida. Me lo he pasado bien entrenando, tengo que decirlo, y Jack Daniels ha contribuido mucho a ello. Han sido pocos los días en que me ha costado terminar y la mayoría de ellos he salido con ganas. Poca agua, un par de días creo nada más, pero mucho frío, sobre todo este último mes.  Después de hacer casi 1.200 kms creo que he cumplido el primer objetivo, ponerme en la línea de salida, que como un amigo me puso en los comentarios de la semana pasada, a veces es más difícil que completar la carrera.

Ayer en el último entreno "premaratón" tuve unas sensaciones distintas, yo diría que emociones, aparte de las meramente deportivas. A veces me gusta pensar en tiempos pasados, en lo que era o hacía en tal fecha o en tal acontecimiento. Me gusta "tener nostalgia". Y pensé en el recorrido que estaba haciendo, uno de los más habituales desde que estoy corriendo y que seleccioné aposta, cuando rodaba por él años atrás. No muchos, quizás dos o tres, cuando corría sin imaginarme que algún día haría una maratón. También pensé en que la próxima vez que pasara por esos lugares, fuera al ritmo que fuera, sería distinto. Supongo que con una maratón a la espalda eres otro corredor, y tus pensamientos y expectativas cambiarán. Probablemente sea más humilde e incluso valore más el poder correr y disfrutar de esos lugares. Me gusta darle vueltas de ese tipo a las cosas, ver cómo evolucionamos, como cambiamos la forma de ver las cosas, que sin embargo siguen ahí, viéndonos pasar.

Si tengo que buscar dos palabras para definir mi estado antes de la carrera diría que respeto e ilusión. Respeto ante lo desconocido, ante la incógnita a cómo responderé, a cómo llegaré al 35, a cómo reaccionará mi rodilla, a lo que me voy a encontrar. Ilusión ante algo para lo que me he preparado durante tanto tiempo, de compartir esta experiencia con tantos amigos, de lograr un reto más en la vida, de traspasar la línea de meta. Ilusión de ser maratoniano.