Semana 9/11 Ronda 101 - Hacia abajo

Una vez que se alcanza la cima hay que descender, y eso es lo que toca ahora. Con el tope de kilómetros hechos la semana pasada, en ésta ya he bajado el volumen, además de que he estado "al filo de la navaja". El martes tuve una fuerte sobrecarga en el gemelo derecho que me hizo temer lo peor, pero por suerte fue un aviso del que tomé nota.

El lunes, sin descanso tras la super tirada del domingo de 52 kms tuve la sesión de gimnasio habitual. El martes volví a rodar. La idea era hacer una recuperación pero me encontré tan bien que lo que empecé como una tranquila tirada por carriles acabó con un cambio de ritmo en plena cuesta tras más de 10 kms de sube-bajas. Es lo que pasa cuando uno se siente fuerte, y claro, también pasa que entonces aparecen las lesiones. Terminé esa subida apretando y noté el gemelo algo cargado, y conforme seguí corriendo fue a más. Tuve que cortar el entreno y tirar para casa con cierta preocupación. Hielo, ibuprofeno y Traumeel a tope…a rezar.

El miércoles, planeado y obligado descanso y el jueves quise salir a probar. Al principio bien pero a los 6/7 kms de nuevo el gemelo saludando. Vuelta a casa tras 10 kms y los mismos cuidados que los otros días. El viernes como es lógico también paré. El dolor era mucho menor. Creo que la sobrecarga fue una reacción lógica de mi cuerpo a la caña de estos días. Por suerte no llegó a ser rotura fibrilar, pero estaré atento en cualquier caso.

El sábado decidí hacer una salida para entrenar el uso de los bastones. He leído mucho sobre los 101 y la mayoría recomienda usarlos, sobre todo al final de la prueba, donde se endurece la misma y las fuerzas son mínimas. Los compré hace tiempo y no tenía ni idea de cómo usarlos. Me vi un par de blogs y unos cuantos vídeos en YouTube y decidí seguir la técnica de la "marcha nórdica". Salí temprano, amaneciendo en un día "malo de verdad para ir por el campo a ver mariposas", pero espectacular para los que nos gusta el agua, el barro y las experiencias invernales en solitario. Me llovió las tres horas que estuve fuera, pero con dos "mantas de agua" tremendas. Hice 5 kms iniciales a ritmo de 101, en torno a 6', luego 11 en marcha nórdica y para terminar otros 5 al trote. Me encantó la experiencia. Al principio me costó cogerle el trasquilo a la técnica, pero poco a poco se convirtió en algo natural al caminar. Sin demasiado esfuerzo llevé un ritmo de 9' el km, a pesar de charcos y obstáculos, así que serán compañeros en el final de los 101. En cuanto al gemelo, sin apenas molestias.

El domingo, aunque sabía que era un poco locura quise probar de nuevo el gemelo en asfalto. La verdad es que la tirada del sábado no me había dejado ninguna secuela, tampoco cansancio, por lo que quise meter algunos kms más a la semana. Sí, llamadme brutito o cuadriculado. Fueron 13 kms muy buenos, sobre todo porque no tuve ningún resquicio de molestias, aunque no apreté para nada.

La semana por tanto termina con cuatro salidas, un día de gimnasio y casi 59 kms en total. Ahora sí entro en tapering oficial. Dejo el gimnasio y alterno días de descanso con rodajes medios a ritmos tranquilos. Se trata de no perder la forma pero con desgaste mínimo. Me siento fuerte, de piernas y sobre todo de cabeza. Esta semana tuvimos una mala noticia ya que David se nos va de la aventura. Decisión razonada y por supuesto respetada. Le echaremos de menos, sin duda.

Lo que toca ahora es preparar a conciencia toda la logística de una carrera de muchas horas, muchos avituallamientos, con cambios de ropa, de mochila, etc. Eso también me gusta. Me he documentado mucho y, aunque seguramente me equivocare en algunas decisiones, las tengo todas tomadas. Próximamente os contaré...