Vuelta a casa

Aunque mis vacaciones terminaron hace casi un mes he estado fuera de casa desde casi principios de julio hasta hoy. En este tiempo, aunque también descansando y aprovechando el verano con la family, he seguido entrenando, pero es complicado compaginar ocio y familia con entrenos y alimentación veraniega. Así que aunque sólo sea por esto último ya tenía ganas de poner algo de "orden" en mi vida.

He seguido entrenando unas cuatro o cinco veces por semana con rodajes de fondo a ritmo medio, alguno con series intercaladas al estilo JD y también la tirada larga habitual. A esto he añadido un entreno en mitad de semana por la sierra San Cristóbal con cuestas y toboganes que estamos disfrutando mucho cuando nos juntamos algunos del club, como Falín, Jesule, David, Paco, etc. El espíritu trail nos está invadiendo...

El domingo pasado también corrí la única popular por la playa de este año, el Cross de Sanlúcar, y vaya cambio respecto al año pasado. De correr casi todas las semanas todo lo que se me ponía por delante a hacer sólo esta. Y claro, el resultado no podía ser otro que mucho sufrimiento. Me inscribí en la modalidad de parejas con Falín y decidimos poner un ritmo medio de 4.30 el km en los 8 que tenía la prueba. Según nos encontráramos así seguiríamos.

Con Falín y Jesule antes de la carrera

Durante el calentamiento ya presentía que no estaba fino. Me notaba algo agarrotado y forzado. A pesar de todo salimos rápido, con los tres primeros kms a 4.20 pero iba demasiado apretado. En el cuarto bajé el ritmo y a partir del quinto empezó el calvario. Pulsaciones por las nubes y sensación de no poder más. Tocó agarrarse con orgullo y aunque bajando el ritmo llegamos a meta en un puesto decente, el 7/14 en parejas y el 67/183 en la general.

Si Falín no hubiera tirado de mí sobre todo en el último km no hubiera llegado, la verdad. Reflexionando unos días después tengo claras algunas cosas: las condiciones fueron duras (calor, humedad, arena demasiado blanda e irregular, terreno inclinado..)...pero eran para todos las mismas; mis entrenos ya no buscan la velocidad o los ritmos de carreras cortas por lo que me cuesta mantenerlos; empecé demasiado fuerte y fui de más a menos...gran error a estas alturas. Total, que fui un poco a lo loco en plan inconsciente. Lo cierto es que no acabé con buen sabor de boca jurando que era la última que hacía de ese tipo...cosa que no cumpliré, claro.

Además de fatigado y medio mareado llegué con algunas molestias, y eso sí que me preocupa algo más. Llevo todo el verano con algunas "cositas" a las que no quiero hacer mucho caso pero que no termino de dejar atrás. Por un lado tengo un dolor en la planta del pie izquierdo que espero que sea una sobrecarga. No es un dolor fuerte pero "ahí está". Va y viene. Además en ese tobillo tengo una inflamación que cada vez me molesta más, sobre todo en los giros cuando hago trail. Y por último, estoy cargado muscularmente, sobre todo de gemelos. Hace meses que no me doy un masaje de descarga y lo noto.

A esto le sumamos que el pulsómetro, o el gps, o los dos, me están haciendo cosas raras, entre otras cosas medirme unas pulsaciones mucho más altas de lo normal, con picos de más de 200 y no precisamente en momentos de máximo esfuerzo. También me tiene esto el "comiéndome el coco", ya sea por tener que empezar con historias de enviar a reparar el cacharro o porque realmente vaya más alto de lo normal.

Así que por todas estas cosas tenía ganas de centrarme e ir arreglando todos estos desajustes, que para un cuadriculado como yo es importante. Home sweet home...